Hola amor, que tal hoy la mar?
Recibí tu mensaje tan puntual como siempre,
yo en mi rincón favorito soñando que un día tu barco llegará a mi puerto,
ya sé que es mucho pedir,
pero a veces los sueños se hacen realidad,
son tantos años amándonos en la distancia...
... pero jamás me faltaron tus caricias.
Es más de lo que pedía a la vida y tengo miedo de perder el calor
de tus palabras,
soy feliz, aunque nadie me comprenda,
he vivido para y por ti,
y tú, no has sido más que del viento;
te sentí siempre en cada latido,
sentí tus manos los días de lluvia,
tus besos cada mañana.
No necesito más, soy feliz siendo tu sombra.
Me dices que cada noche bajas una estrella para mi
y se que es verdad porque me alumbra su reflejo,
me despierto pensando en ti y en tu boca,
yo siempre dibujando tu silueta y escuchando tu sonrisa.
Me hago mayor, sí y qué?
Si fui la más feliz de las mujeres,
unas necesitan mucho
otras muy poco,
pero yo tengo la luna, el sol y las estrellas,
y ellas pasaron por la vida sin penas ni glorias,
si vieras cuantas veces doy gracias al cielo,
por tenerte en mi camino,
porque te puso ahí aunque sea en la distancia.
Una vida de sueños, gracias a ti,
a tus palabras,
jamás me sentí sola porque sabía
que, estabas pensando en mí como yo en tí.
Cuando mis amigas me ven escribir, me preguntan...
... a quien escribes cada día?
y siempre sonriendo pasan como la que contempla a una loca,
quizá no se equivoquen
pero de amor por ti y por tu boca,
las sonrisas son recíprocas, pero las mías de felicidad,
ellas de amargura,
me ven feliz, nadie lo entiende,
nadie te ve, nadie te escucha,
pero en el fondo, saben que existes,
porque te ven en mis ojos.
Esta noche prepararé eso que tanto te gusta
y encenderé la luz,
tomaremos café a media noche,
a esa hora que bajas mi estrella,
echaré más lecha al fuego,
para que alumbre tu rostro divino...
hasta dentro de un rato amor...
porque nosotros no tenemos ni principio ni final,
nosotros viviremos eternamente.
Te amo
(Autora: Leyla Ley)